miércoles, 26 de noviembre de 2008

EL DESASTRE DE BOQUETE








EL DESASTRE DE BOQUETE



Véanse las fotos de la trágica inundación de Boquete. Como ecólogo considero obligante dar una explicación técnica sobre las causas de la tragedia y cómo evitar que se repita. Archivo largo, pueden imprimirlo y leerlo sobre la hamaca. --Edgardo I. Garrido

Los desastres naturales asociados al clima son tanto más dolorosos cuanto más predecibles y -en gran medida prevenibles; los estragos causados por las terribles innundaciones en Boquete y otros sitios de la República no son la excepción. Las fotografías hablan mejor que mil palabras: el color de los ríos es CHOCOLATE. Como Ecólogo declaro que no hace falta hacer ninguna medición para demostrar el muy elevado contenido de LODO acarreado por el Río Caldera, síntoma inequívoco de erosión.

Esa erosión es tan potente que -al escaparse el suelo por debajo de puentes, carreteras y otras infraestructuras, hizo que estas colapsaran generando baches inmensos, también documentados en las fotos. Los efectos de la erosión no sólo serán inmediatos (daños a infraestructuras). La lluvia -sin duda alguna, ha "lavado" los nutrientes del suelo, lo que perjudicará a la producción agrícola del lugar y puede costar grandes sumas de dinero en términos de fertilizantes y abonos.

Una de las muchas funciones que cumple el conjunto de árboles y otras plantas al que llamamos "bosque" es la de evitar la erosión. Las copas de los árboles del bosque forman un "techo" lo suficientemente cerrado como para amortiguar el impacto de las gotas de los torrenciales aguaceros. Es más, bajo la capa más alta de follaje existen capas intermedias formadas por los arbustos, árboles juveniles y algunas hierbas, lo cual amortigua todavía más el golpe de las lluvias. El agua también se escurre suavemente sobre las ramitas y ramas grandes de toda esa vegetación y parte de dicho agua es atrapado por la corteza de los árboles, todo lo cual contribuye aún más a reducir el impacto erosivo del agua. En las selvas y los bosques el suelo tiene una gruesa capa de hojas y ramitas que caen, conocida como hojarasca.

Cuando las gotas que no son captadas en el dosel llegan al suelo, no lo impactan directamente, sino que la hojarasca las amortigua. Por si fuera poco, las raíces de los árboles forman una "red" en el suelo, y diferentes especies de plantas tienen raíces con profundidades diversas, lo cual también varía entre plantas de diferente tamaño. El resultado es una eficiente red que amarra profundos "bloques" de suelo. Todo lo antedicho evita la erosión, y por eso es que ustedes ven que, cuando hay muchas hectáreas de selva, los ríos tienen el agua clarita, sin importar mucho qué tan fuertes sean las lluvias. Puede haber innundaciones, pero el agua no se ve de color chocolate y las carreteras no colapsan. Por todo lo antedicho los ecólogos nos referimos a los árboles como "Ingenieros ecológicos", pues no existe genio capaz de reemplazar este servicio que las selvas nos prestan de manera gratuita. Deberíamos aprender de nuestros indígenas, los cuales SIEMPRE cuidan al bosque y saben sacar madera, comida, medicina y otros recursos de allí sin hacerle daño.

Un hecho importante: Boquete es zona cafetera y el Café es un arbolito. Sí, como los cafetales son árboles, protegen mejor al suelo que otras plantaciones (como la papa, también producida en Boquete). Pero eso de poco valió, tal cual confirman las fotos. ¿Por qué? Compárese a un cafetal con un bosque: sólo hay una capa de cobertura en el dosel, las raíces no ocupan diversos estratos del suelo (pues es una sola especie de árbol), el espacio entre un cafeto y otro -o un árbol y otro del cafetal, no está igualmente protegido del impacto de la lluvia en comparación con el dosel cerrado del bosque. La alternativa es clara: producir café DE SOMBRA. Si los productores quieren evitar que su suelo se deslave, que pierda nutrientes y ahorrar insumos, deben preguntarse si necesitan mejorar su uso de árboles de sombra. Por fortuna muchos cafeteros conocen esta tradición, así que no se les propone nada ajeno a sus costumbres.

Si los árboles como el café contrarrestan mejor la erosión que cultivos como la papa y las hortalizas, entonces la erosión en Cerro Punta debe ser mucho más dramática que en Boquete. En efecto, así es: usted puede comprobarlo por su cuenta usando el software computacional gratuito "google earth". Bájelo de internet, busque al mapa de Panamá, ubíquese sobre Cerro Punta y mueva el plano de modo que se vea la estructura tridimensional de las montañas. Verá cómo las imágenes de satélite de la NASA (usadas por google earth) indican que los ríos están de color CHOCOLATE, sin necesidad de lluvias más torrenciales que lo normal. Una vez más, esto trae no sólo pérdidas ecológicas, sino que perjudica al bolsillo de los propios productores. Y -una vez más, se lo puede contrarrestar -aunque no totalmente, sembrando árboles y arbustos alternados con las hortalizas.

Muchos de esos árboles pueden ser frutales, lo cual ayuda a hacerlos aún más rentables. Es más, decenas (tal vez cientos) de investigaciones científicas en todo el mundo -incluso Panamá, indican que -por tener raíces más profundas que las hortalizas, esos árboles recuperan nutrientes del suelo que las raíces de las hortalizas no pueden alcanzar. Cuando las hojas de esos árboles caen, abonan al suelo y las hortalizas salen ganando, lo cual reduce los costos de insumos (sólo hay que saber evitar que las hortalizas sean cubiertas por la hojarasca, lo cual se logra haciendo "cerritos" de tierra de algunos centímetros de altura y colocándo a las hortalizas sobre dichos cerritos. Estos métodos también son parte de la agricultura orgánica, practicada por un número minoritario, pero notable, de agricultores que conocí en Cerro Punta, y que interactúan con los jóvenes estudiantes de la Escuela Básica General de Cerro Punta, dirigida por el agrónomo Rafael Uribe,con quien tuve la dicha de trabajar. Buena promesa para las futuras generaciones, pero hay que seguirla fomentando.

La agricultura alternativa y el uso de árboles de sombra no son suficiente. El gobierno nacional y los gobiernos locales TIENEN que saber administrar las tierras del país y de cada localidad. Los grandes terratenientes tienen sed de dinero: acaparan inmensas extensiones de terreno, lo mantienen como un "peladero", y ya vimos en las fotos cuáles son los resultados. No me vengan con el cuento de que la culpa la tienen los indígenas y los pequeños agricultores santeños que andan talando y quemando: eso es puro simplismo. La agricultura de subsistencia hecha con roza-tumba-y-quema tiene las siguientes características: (1) Ocupa poco terreno, (2) Es diversificada (no produce una sola cosa), y (3).

En aproximadamente tres años, el terreno es abandonado para que la selva (el rastrojo) vuelva a crecer, lo cual en como 15 años (poquito más, poquito menos según el lugar) hace que el suelo vuelva a ser fértil. Su baja escala implica poca deforestación por cada campesino, el problema es que los terratenientes tienen tanta tierra para ellos solitos, que miles de campesinos se ven obligados a emigrar hacia los bosques. Cuando muchos de ellos se concentran en un sitio boscoso, la suma de muchas parcelas pequeñas puede equivaler a una deforestación grande. Es precisamente lo que está sucediendo en Bocas del Toro: consúltese Panamá en Cifras y también los datos de la ANAM y verán cómo allí se reducen las superficies boscosas. Es tan fácil como que hay que ponerle mano dura a los egoístas acaparadores de tierra y fomentar que los campesinos colonos vuelvan a sus lugares de orígen. Sin duda que me ganaré la mala voluntad de algunos por escribir esto: No exagero si digo que -de los candidatos presidenciales que hay en Panamá ahora mismo, solamente el Prof. Juan Jované tiene la voluntad y el valor de tomar una medida como esta.

Finalmente, volvamos a Boquete. Muy cerca de allí, aunque en tierras más bajas que la zona cafetera, se está construyendo una hidroeléctrica. Visité el lugar durante la estación seca: hectáreas y hectáreas han sido tan severamente deforestadas que no hacía falta la lluvia, porque el solo viento ya estaba erosionando tanto el suelo que el polvarín no dejaba respirar.

Las hidroeléctricas no sirven para nada si la deforestación altera al régimen hídrico. Si los constructores de estas hidroeléctricas no son obligados por las autoridades a proteger al ambiente, el costo real de dichas obras será mayor al contabilizado, porque una tierra erosionada es una tierra infértil, que no produce comida, y un río lleno de lodo demanda atenciones especiales para que el agua se pueda beber e incluso usar para generar energía, lo cual aumenta los costos. Si no les importa con la gente y con el ambiente porque no tienen corazón, al menos demuestren que tienen cerebro: preocúpense por el dinero.




Dr. Edgardo I. Garrido-Pérez
Ecólogo, panameño, especialista en las selvas, su recuperación y los efectos de los cultivos sobre la calidad del suelo.
Miembro del Colegio de Biólogos de Panamá.
Universidad de Goettingen (Alemania).
Los lectores cuentan con mi consentimiento para divulgar este mensaje y hacerlo llegar a la prensa y las autoridades.

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