viernes, 22 de mayo de 2015

      




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Vista aérea de la presa de Barro Blanco en Panamá. ©.




Presión holandés en Panamá para la construcción de presas

Los Ngäbe Buglé indígenas panameños estaban encantados cuando la construcción de la represa de Barro Blanco casi terminada fue cerrada, pero ahora insiste el financiero holandés en continuar.





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El banco de desarrollo holandés FMO ha puesto al gobierno panameño bajo presión para reanudar la construcción de la polémica hidroeléctrica Barro Blanco. El gobierno panameño ha acusado al promotor del proyecto de violaciónes de los derechos humanos y las infracciones de la legislación ambiental y se ha detenido la construcción. FMO le advierte a Panamá en una carta que esta decisión podría afectar a su futura inversión en riesgo. La central hidroeléctrica financiada por FMO convertirá 259 hectáreas de tierra bajo el agua. Una pequeña parte de ella se encuentra en el territorio de los indígenas Ngäbe Buglé. Las leyes nacionales e internacionales requieren que las decisiones sobre los territorios indígenas sólo pueden ser tomadas por una asamblea general, pero un plebiscito como tal nunca se llevó a cabo. Los indios están en contra del proyecto. No sólo porque area comarcal estara bajo el agua, también temen las consecuencias para la pesca. Además, un bosque desaparecerá donde crecen las plantas medicinales.


Preguntas parlamentarias

Electricidad para la economía de crecimiento

La economía de Panamá es uno de los de más rápido crecimiento en América Latina. Para satisfacer la creciente demanda de energía, el gobierno del entonces presidente Martín Torrijos en 2006 dio concesiones para la construcción de varias centrales hidroeléctricas. La empresa panameña Genisa obtuvo la concesión para el proyecto Barro Blanco que comenzó a construirse en 2008. Genisa se ​​le dio un préstamo de $ 25 millones de FMO, el resto de los requeridos 77.000.000 dólares del banco alemán de desarrollo DEG y el Banco Centroamericano de Integración Económica. La presa Barro Blanco estara en el río Tabasará, y tendrá una capacidad de 28,6 megavatios.
Durante las manifestaciones de indígenas contra la minería y las hidroeléctricas dentro de su territorio en 2012, hubieron dos muertos y cuarenta heridos. En 2014 los indios trataban de obstaculizar el suministro de materiales de construcción de la represa de Barro Blanco. El gobierno respondió enviando más policías a la zona. Los Países Bajos en los últimos años en varias ocasiones han hecho las preguntas parlamentarias sobre el papel de FMO en el proyecto. Barro Blanco  tenia el 95 por ciento, cuando la autoridad ambiental panameña ANAM en febrero decidió suspender temporalmente la construcción. En primer lugar, debido a la falta de un acuerdo legítimo entre la empresa operadora Genisa y los indios, por otra parte, porque Genisa violó las leyes ambientales. La empresa ha cortado incluso  madera ilegal y vertido residuos peligrosos  en el río, de acuerdo con las alegaciones de la ANAM. FMO escribió al respecto con los cofinanciadores una carta a la vicepresidenta Isabel Saint Malo, también presidenta de la comisión de investigación sobre los abusos sobre la presa Barro Blanco. Los Bancos encuentran que las medidas son desproporcionadas y dicen que Genisa debería haberle dado más tiempo para discutir las acusaciones. En la carta, que es propiedad de la Revista Volkskrant, insisten en que continuarán con la construcción. "Como patrocinadores del proyecto Barro Blanco, y como financiadores de proyectos en Panamá, en general, que están preocupados de que acciones como aquellos contra Genisa puede afectar a futuras inversiones, y el compromiso de inversiones a largo plazo en Panamá", la carta, que fue co-firmado por el director general de FMO, Nanno Kleiterp. Los bancos insisten de forma rápida y con todas las partes para llegar a una solución.





Los riesgos ambientales y de seguridad

¿Qué es FMO?

FMO (Compañía Financiera Holandesa para países en desarrollo) es 51 por ciento propiedad del Estado holandés, el resto es propiedad de inversores privados. El banco fue fundado en 1970 por el gobierno holandés 'con el objetivo de promover el crecimiento económico sostenible en los países en desarrollo. " FMO invierte sólo en proyectos privados y tiene muchos proyectos de energía, como las presas y parques eólicos en su cartera.
La carta fue enviada como dijo el portavoz de FMO Paul Hartogsveld porque la paralización temporal puede provocar problemas. "Al cierre de la construcción aún no está equipado para manejar la gran cantidad de agua que fluirá a través del río durante la temporada de lluvias", dice Hartogsveld. "Esto se traduce en graves riesgos ambientales y de seguridad." Este argumento, sin embargo no se menciona en la carta. Según Hartogsveld los riesgos en la correspondencia posterior se han discutido en detalle. FMO y otros financiadores apoyan a Genisa, a pesar de las acusaciones del gobierno. Hartogsveld de FMO subraya que el avance del proyecto ha sido seguido de cerca por expertos contratados por ellos mismos, y no se estableció ninguna irregularidad. "No hay ninguna base legal para no tener nuestros clientes que desarrollen aún más el proyecto." El gobierno panameño piensa lo contrario y quiere que los financistas busquen otro desarrollador. Según el vicepresidente de Saint Malo enmarcará este caso en "las nuevas normas" en torno a las centrales hidroeléctricas en el país. "Esta es una oportunidad para mostrar nuestro respeto y tolerancia para la convocatoria de la justicia por el pueblo", dijo Saint Malo, en una conferencia de prensa. Ella se eligio en julio del año pasado, junto con el presidente Juan Varela.



Reconocimiento

Los bancos aparentemente encuentran que sus intereses económicos prevalecen sobre la legislación nacional y los intereses de los ciudadanos panameños
Manolo Miranda, uno de los líderes de la oposición
FMO está financiando 95 millones para proyectos en Panamá, más de la mitad de ellos en el sector energético. Acerca del compromiso de los desarrollos actuales y futuras inversiones Hartogsveld todavía no hace ninguna declaración. "No tenemos información de que el gobierno de Panamá haya decidido formalmente no querer a Genisa continuar." Los indígenas Ngäbe Buglé son cautelosamente entusiasmados con los desarrollos. "La suspensión temporal y expulsión de Genisa significa, finalmente, reconocer nuestras quejas", dice Manolo Miranda, uno de los líderes de la oposición, por teléfono desde Panamá. "El gobierno ahora reconoce que se cometieron grandes errores y que el comportamiento de Genisa no es compatible con los intereses sociales y económicos de la población local." Miranda está indignado por la carta enviada por los bancos para la vicepresidente. "Los bancos aparentemente encuentran que sus intereses económicos prevalecen sobre la legislación nacional y los intereses de los ciudadanos panameños. Y mientras ellos dicen que quieren promover el desarrollo sostenible. " En las próximas semanas los indios seguirán negociando con el gobierno. "Va a ser muy difícil encontrar una solución por lo que la realización del proyecto sea aceptable para nosotros", dice Miranda. "Si el gobierno decidió unilateralmente de continuar la construcción, consultaremos a nuestros seguidores. Si la mayoría está en contra, cierro la acción de bloquear la construcción no importa ".





jueves, 21 de mayo de 2015

20mayLos mitos de Barro Blanco

Una mujer de la etnia indígena Ngäbe Buglé carga a su hijo en un campamento a las orillas del río Tabasará.Una mujer de la etnia indígena Ngäbe Buglé carga a su hijo en un campamento a las orillas del río Tabasará.
Una mujer de la etnia indígena Ngäbe Buglé carga a su hijo en un campamento a las orillas del río Tabasará. Foto por: XINHUA/Mauricio Valenzuela
Sea cual sea la decisión final que tome el gobierno acerca del futuro de la represa de Barro Blanco, la desinformación acerca del tema ha sido el protagonista más importante de los debates mediáticos y las opiniones de expertos y especialistas que conociendo mejor los temas, han preferido omitir ciertas verdades del asunto. Se hace necesario entonces presentar el punto de vista desde la perspectiva del desarrollo humano sostenible.
Mito 1. Los pueblos indígenas están en contra del progreso.
Esta es una percepción ampliamente generalizada, y que en gran parte es el resultado de siglos de engaños y ultrajes cometidos contra los pueblos originarios en nuestra parte del mundo. En el caso de Barro Blanco, sin embargo no es cierto. Originalmente el pueblo Ngöbe estuvo dispuesto a aceptar un proyecto hidroeléctrico que les trajera beneficios. El resultado en cambio fue otro: en la consulta del estudio de impacto ambiental de la obra se les engañó por medio de una convocatoria a una reunión en una escuela donde llegaron principalmente madres con sus hijos, se les repartió algunos obsequios y se les pidió que firmaran una lista. Cuando el resto de la comunidad se percató de que se trataba de la consulta fueron fuertemente reprimidos por la policía y vilmente irrespetados en los medios por los gobernantes de turno.

Mito 2.: Los impactos de la hidroeléctrica de Barro Blanco son insignificantes
La opinión pública tiene la percepción de que las hidroeléctricas son tan favorables al ambiente y a la sociedad que estos factores no se deberían tomar en cuenta para rechazar estos proyectos tan beneficiosos. La realidad es claramente otra y para ello solo necesitamos entender que la mejor metáfora aplicable a un río en su estado natural es la de las arterias del cuerpo de un ser humano. Las arterias llevan sangre con células roja y células blancas, nutrientes, oxígenos y diversos químicos necesarios para el cuerpo. Igualmente el río lleva agua con peces, algas, microorganismos que son alimentos para otras especies, minerales y otros químicos que contribuyen a la salud de todo el ecosistema desde el nacimiento de los ríos hasta las zonas marinas donde los pescadores capturan sus beneficios, Para entender el efecto nocivo de las hidroeléctricas “mas amistosas” con el ambiente, es decir aquellas que son de paso (sin embalse), les propongo el siguiente experimento: tome un vaso con agua, lleno hasta la mitad del mismo, y échele una cucharada de sal y una de azúcar. No lo revuelva. Espere un minuto a que la sal y el azúcar se depositen en el fondo del vaso. Ahora pruebe un sorbito del agua. A continuación tome el vaso y échelo en la jarra de una licuadora y a la velocidad más baja mezcle por un minuto. Pruebe nuevamente el agua y verá que su sabor es distinto, y su temperatura también. Ahora, imagínese eso mismo ocurriendo con un río que pasa a través de una turbina. Agua más caliente, mezclada y con mayor fuerza empobrece el ecosistema del resto del río y la costa que era la desembocadura de este. Con los embalse es mucho peor ya que se le niega al agua a los otros usuarios del río sean humanos, fauna o flora.
En el caso específico de Barro Blanco, el proyecto afecta el acceso de los Ngöbe a tierras que tienen un importante valor religioso. Allí están los petroglifos donde se representa el equivalente de su alfabeto y sus niños aprenden su idioma. Según algunos conocedores, este sitio es también un lugar de peregrinación para ellos. Algo muy similar a lo que sería Atalaya o Portobelo. ¿Se atrevería usted inundar Atalaya para tener otra hidroeléctrica?
Mito 3. : Sin Barro Blanco nos tendremos que alumbrar con guarichas.
Barro Blanco en su versión más grande supuestamente produciría 29 MW/H, quedada la pérdida de energía en su largo recorrido de cientos de kilómetros hasta llegar a la ciudad de Panamá, tan solo alcanzaría para darle electricidad a Albrook Mall. Es más, Barro Blanco por otras razones muy posiblemente no podría producir los 29 MW/H, lo que haría que en la práctica su producción neta fuera inferior a lo que pierde la hidroeléctrica de Fortuna en su recorrido desde la cordillera chiricana hasta Panamá. Barro Blanco tampoco abarataría nuestros costos de electricidad.
Mito 4. : Si se cancela Barro Blanco se afecta la seguridad jurídica del país y se alejan las inversiones.
¿Cobranzas del Istmo? Esto sin mencionar los contratos cancelados por Tocumen S.A. o el lío aquel de Finmeccanica. El concepto de seguridad jurídica no existe en los países serios donde constantemente cambian las reglas por razones de interés social y orden público. ¿Alguien se acuerda de la nacionalización de General Motors por el gobierno de Obama? Había que salvar bienes más grandes y valiosos que los intereses de los particulares.
Mito 5: Barro Blanco no se puede cancelar porque está casi terminada.
Este argumento le encanta al presidente Maduro de Venezuela y a Vladimir Putin. Es el argumento de la razón de los echos cumplidos. En Panamá estamos acostumbrados a que a pesar de que las cosas se hagan mal, con corrupción o juega vivo, tenemos que aceptarlas. Hay un edificio que se está robando terrenos del Parque Omar y que está trabajando con turnos extras para ser terminado, con la expectativa clara de que ninguna autoridad se va a atrever a mandar a tumbar ese edificio. Igual pasa con todo tipo de proyectos y acciones que se sustentan en esta actitud: “Va porque va”. Tanto en Estados Unidos como en Europa Occidental se desmantelan hidroeléctrica por razones ambientales. Aquí les comparto el enlacehttp://news.nationalgeographic.com/news/2011/10/111028-condit-dam-removal-video/.
Existen otros mitos sobre el tema energético y del agua que merecen sus propios comentarios. Desde el 2002, cuando la Defensoría del Pueblo hizo un estudio sobre el tema de las hidroeléctricas en el río Tabasará se concluyó que las mismas perjudicaban derechos humanos y dañaban el ambiente. A pesar de esto en los años posteriores se promovió y se aceptó el proyecto de Barro Blanco. Es tiempo que los gobiernos y las empresas aprendan que lo opuesto a la conservación del ambiente no es el desarrollo humano, si no nuestro suicidio.
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