WATCH THIS! Boletín ONG #12: Cada vez mas incertidumbre acerca de Barro Blanco
09 sep 2015
La situación relativa a la presa hidroeléctrica de Barro Blanco, un proyecto autorizado en el marco del MDL, es cada vez más incierto. Este artículo ofrece una idea de las razones de un tal fracaso y soluciones para avanzar.
En febrero de 2015, Panamá decidió suspender temporalmente la construcción, terminada al 95%, de la presa hidroeléctrica de Barro Blanco – un proyecto autorizado en virtud del mecanismo de compensación carbono del MDL de la ONU. La suspensión se justificó por el incumplimiento de las exigencias de evaluación de los impactos medioambientales nacionales, y, en particular, de las lagunas del acuerdo celebrado con las comunidades indígenas afectadas, los Ngöbe Bugle. A manera de complemento, se organizó una mesa redonda entre el Estado panameño y las comunidades locales para discutir de la compatibilidad de la presa con las leyes nacionales y los derechos humanos.
El comportamiento escandaloso de los proveedores de fondos europeos
Todas las miradas se volvieron hacia los bancos europeos implicados en la financiación del proyecto, ya que de su opinión sobre la suspensión depende del éxito del diálogo. Pero, en vez de adoptar una posición conciliadora, los bancos echaron leña al fuego. En un correo, del que la prensa se enteró, enviaron amenazas al Gobierno de Panamá estipulando que «¡tales medidas que las tomadas contra GENISA [el jefe de proyecto] podrían tener repercusiones sobre las próximas decisiones de inversión y perjudicar a las inversiones a largo plazo en Panamá»!
Esta actitud avergonzada por parte de los proveedores de fondos europeos fue desaprobada en mayo por la publicación de un informe del Mecanismo independiente para la resolución de conflictos (MIRC) relativo a los bancos de desarrollo alemana y holandesa (DEG y FMO), los dos proveedores de fondos europeos. Según la conclusión de este informe, los bancos infringieron sus propias políticas faltando a evaluar de manera adecuada los riesgos para los derechos de los indígenas y el medio ambiente antes de otorgar un préstamo de 50 millones de dólares al jefe de proyecto, GENISA.
Falta de resultados favorables
Después de 3 meses de negociaciones, el Estado panameño sucumbió a la presión rechazando la solicitud de Ngobe, con el pretexto de que «la continuación del proyecto era una cuestión de interés nacional». Desde entonces, la situación no deja de empeorarse.
Ngobes, que concluyó que el Gobierno no cancelaría el proyecto de Barro Blanco, organizó una manifestación pacífica. El 25 de julio, durante el bloqueo de una carretera, muchos de ellos, especialmente mujeres y niños – fueron detenidos y heridos. Hoy, la tensión se hace cada vez más fuerte.
Las reglas deben cambiar
Barro Blanco no es más que un triste ejemplo de más que testifica de la necesidad para el pueblo afectado por el proyecto disponer de un medio de recurso si las actividades de un proyecto de MDL perjudican a las comunidades y al medio ambiente, a un momento u otro, durante el proyecto. Es también indispensable establecer garantías sólidas para supervisar la aprobación de proyectos MDL así como de los mecanismos de reclamación a niveles internacional y nacional.
En este sentido, asociaciones locales enviaron un correo a la Junta del MDL en julio para informarlos de la situación y pedirles tomar medidas. En su respuesta la Junta del MDL recordó que había adoptado un procedimiento que permitía a la autoridad nacional designada (AND) de un país de recepción cancelar su aprobación/autorización del proyecto. Por otra parte, el consejo garantizó un seguimiento en Panamá y transfirió el correo, recordando el procedimiento de retirada. Más que nunca, la suerte de Barro Blanco está entre las manos del Gobierno panameño.
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