sábado, 11 de abril de 2009

Carta al pueblo naso

EL MALCONTENTO

Carta al pueblo naso

Paco Gómez Nadal
paco@prensa.com

Es la segunda vez que escribo este artículo. La primera versión, que llegué a enviar, estaba cargada de rabia, de odio contra el gamonal, de incomprensión, de frustración, de fuerza que si tuviera sería destructora.

Manifestaba con crudeza mi odio hacia alguien que no conozco llamado Mario Guardia, propietario de Ganadera Bocas; disparaba mis torpes palabras –torpes como todo lo poseído por el odio– hacia los funcionarios sin alma que ejecutaron una fraudulenta orden de desalojo contra los naso de San San y San San Drui, en Bocas del Toro; denunciaba la mancuerna Estado–empresa que gobierna y destruye el ingenuo sueño de justicia para nuestro país…

Sigo odiando y sigo sin comprender este extraño mundo en el que nos aplastamos como insectos ignorando el alma del otro, blandiendo las leyes que torcemos a nuestro favor e ignorando la justicia humana, la más básica.

Pero decidí reescribir el artículo después de saber que los empleados de Ganadera Bocas estaban tratando de atemorizar –más– a los naso a punta de bala (gamonal, gamonal de otras épocas que nunca fue exterminado…). El corazón arrugado me pidió más bien que le escribiera a los hermanos y hermanas que resisten acampados en San San, desprotegidos por su supuesto Estado, ignorados por sus teóricos compatriotas, silenciados por los medios de comunicación, incapaces de entender su papel integrador de un territorio. Aquí va:

“Queridos hermanos y hermanas,

Lo sois no por indígenas ni por excluidos, sino por seres humanos que padecéis y reís como yo, que miráis a vuestros hijos e hijas con los mismos temores y anhelos que cualquier humano dotado de alma. Os escribo desde la más absoluta tristeza y orgullo. Vosotros, que cómo hubiera dicho José María Arguedas, tenéis “corazón de piedra y de paloma”, no permitís que el mundo duerma.

Los colonizadores y los republicanos, en momentos tan diferentes con excusas tan dispares, buscaron vuestra asimilación y vuestro fin. Ahora, con forma de modernidad legalista, son los exterminadores empresarios angurrientos a los que la dignidad les parece un capricho étnico y los derechos ancestrales un exotismo postmoderno.

Sé que es difícil mantener la calma en estas circunstancias, no responder con fuego al fuego, no vengar el dolor que os han infligido una vez más: el despojo, la humillación, la violencia estatal y policial. Sin embargo, si queréis que el vientre de la tierra siga vivo, si queréis seguir sembrando la semilla del arco iris para que otros tiempos nos respeten, os debo animar a seguir la resistencia tozuda, pacífica y ruidosa.

Con vosotros compartí agua y penas, de vosotros escuché la fortaleza y la suavidad del cauce del Teribe… os diría que no estáis solos. Y no lo estáis. Hay miles de personas que os comprenden y os apoyan, pero son tan pocos… Vivimos un mundo endurecido de corazón e individualista de espíritu. Y vosotros… ¡ay vosotros! Que creéis en lo colectivo y en las razones que no figuran en las leyes ni en los libros…

Os toca resistir mientras tratamos que el corazón agazapado en la ciudad palpite de nuevo, sufra con la injusticia que os toca y sonría con las pequeñas batallas ganadas al sistema de explotación. No invoquéis la causa indígena, porque os acusarán de trasnochados. Tampoco, la multiculturalidad, porque es palabra inventada sólo para los salones políticamente correctos. Que no se os ocurra hablar de justicia a secas o de hermandad, porque os lloverán pedradas por filocomunistas o por ingenuos.

Toca aferrarse a los Derechos Humanos, a esa declaración tan hermosa como ignorada pero que, a veces, da miedo a los gobernantes ciegos. No apeléis a la conciencia, que esa es elástica como el caucho; no llaméis a la solidaridad de los movimientos sindicales o de las oneges, cada cuál –con contadas excepciones– ocupados en mantener su propia maquinaria funcionando. Sí podéis recurrir a los líderes de otras comunidades, a los que entienden en carne propia lo que es quedar en la calle de la noche a la mañana, lo que es el golpe torpe y seco de los antimotines –bestias alienadas por un mísero salario–, lo que es la exclusión social y cultural –mucho más perversa que la pobreza–.

Desde acá, desde las estribaciones del pesimismo y la tristeza, os ofrezco tan sólo palabras y algo de la energía que no tengo. Se gane o se pierda la pelea, los párpados del universo se abren un poquito más gracias a vuestra fuerza

Manifestacion al inicio de la Feria San Jose de David

NO MAS RIO MUERTOS


NUESTRO GRUPO EN LA PUERTAS DE LA FERIA DE DAVID


GOBIERNO QUE PERSIGUE ECOLOGISTAS

GOBIERNO QUE PIERDE ELECCIONES


PANAMA PAIS QUE PERSIGUE ECOLOGISTAS...

Y EXONERA A CORRUPTOS...ETC.

jueves, 9 de abril de 2009

Agenda final REDLAR 22abr09

Agenda final REDLAR 22abr09

V Encuentro Mesoamericano REDLAR En Defensa de los Ríos, el Agua y sus Comunidades
Boquete, Panamá 22-25 de abril de 2009

Para mayores detalles sobre el encuentro favor bajar el siguiente documento archivo PDF:

domingo, 5 de abril de 2009

Centro de la Cultura Naso destruído






Mas imagenes policiales





IMAGENES DEL DESALOJO AL PUEBLO INDÍGENA NASO









COMUNICADO URGENTE:

REPRESIÓN A SAN SAN DRUY, POBLACIÓN NASO TJËR-DI.

Las organizaciones suscritas, en defensa de las comunidades, los recursos naturales, los ecosistemas y el derecho a la vida y a la dignidad, denunciamos ante la faz del país y de la comunidad internacional el atropello inaudito y salvaje de que han sido objeto los moradores de la comunidad Naso de San San Druy, próxima a la frontera con Costa Rica, desde las 6 a.m. de hoy, lunes 30 de marzo de 2009.

Sin aviso previo, sin consideración ni contemplación de ninguna clase, unos cien policías llegaron en dos buses y, entrando con mucha fuerza, reprimieron a la comunidad originaria que aún dormía o recién se despertaba, obligando a los moradores a un desalojo forzoso de sus casas. De esta manera, hombres, mujeres, ancianos y niños, muchos en brazos de sus madres, corrieron despavoridos buscando su salvación y huyendo de las bombas lacrimógenas.

La gente se refugió en una casa comunal de dos pisos, y la policía, que llegó sin ninguna orden de desalojo (que se le pidió), los sacaron a la fuerza, alegando haber sido enviados por la Corregidora. Los policías destruyeron unas 15 casas con todo dentro, incluyendo enseres de cocina, herramientas, ropa, abastos, y enseguida trazaron un cerco en torno a la indefensa población: nadie entra, nadie sale.

La empresa Ganadera Bocas, que ha ampliado a través del tiempo su apropiación de tierras, quitándoselas a sus dueños legítimos, está tratando -- pese a garantías internacionales en protección de los pueblos originarios -- de desalojar a los Nasos de sus territorios ancestrales para extender su proyecto ganadero..

El proyecto hidroeléctrico de Bonyik, de Empresas Públicas de Medellín (EPM) se encuentra más abajo sobre el Río Teribe, cercano a Changuinola, y ha sido acusada de iguales atropellos contra los Nasos, por lo que no se descuenta la cooperación entre ambas compañías.

La represión de hoy se suma a las de meses anteriores, y llama la atención que ocurre luego de las protestas indígenas en el Día Internacional del Agua, el pasado 22 de marzo. Los policías no permiten hablar a los indígenas mediante celulares ni tener comunicación alguna con sus dirigentes, abogados y otras organizaciones de la sociedad civil, teniendo que hacerlo a escondidas.

Denunciamos este nuevo atropello y exigimos a las autoridades, particularmente al presidente Martín Torrijos, a la Procuradora de la Nación, a la Defensoría del Pueblo, y a la gobernadora de Bocas del Toro, detener este cruel atropello que ha dejado sin ropa, sin comida, sin medicina ni atención alguna a niños, mujeres, ancianos, cuyas vidas corren peligro.

Panamá se expone nuevamente a sanciones internacionales por violación de acuerdos especiales que protegen a los indígenas que viven en sus tierras desde siglos sin que se les reconozca una comarca ni autonomía alguna. Golpeados por la brutal represión, el hambre y las enfermedades, los moradores, especialmente niños, sufren de vómitos, y no ha sido posible hacerles llegar ayuda médica.

El gobierno de Martín Torrijos es conscientemente responsable de la extinción de los Nasos y de otros pueblos originarios al irrumpir con proyectos insostenibles de hidroeléctricas y minería a cielo abierto en territorios que ancestralmente les ha pertenecido a ellos y al entregar, gratuitamente en muchos casos, nuestros recursos naturales que son patrimonio de la Nación panameña, a empresas transnacionales y a voraces apetitos de empresarios y funcionarios corruptos.

En San San Druy, en Bonyik, en Cerro Chorcha, en Guaribiara, en Cerro Quema, en Soná y La Palma, así como en Petaquilla y en muchos otros sitios del país, el gobierno está apoyando a las empresas y dándoles las espaldas a las comunidades, en una acción que por una parte destruirá nuestras reservas boscosas y ecosistemas pero, por la otra, contribuirá a la unidad solidaria de dichas poblaciones en defensa del derecho a la vida y a la dignidad.

Exigimos a los candidatos presidenciales y vicepresidenciales, que deben encarnar las aspiraciones de las comunidades, pronunciarse sobre esta inaceptable e ilegal intrusión en nuestros pueblos originarios.

Carmencita Tedman MacIntyre, Elvia Lefevre, Celma Moncada, María Muñoz, Anabel Herrera, Rubén Bernal, Fredesvindo Sáez, Julio Yao., en representación de: Coordinadora Nacional para la Defensa de Tierras y Aguas CONADETIAGUAS, Asociación pro Defensa de Las Cuencas Hidrográficas, Fundación Humanitas, Coordinadora Campesina por la Vida, Liga para la Protección Animal y Ambiental, Asociación de Productores Agrícolas de La Pintada, Coordinadora Colonense (Kuna Yala) por el Derecho a la Vida y la Dignidad, Servicio Paz y Justicia en Panamá (Serpaj-Panamá).

Panamá, 30 de marzo de 2009.