Pese a los intentos de la llamada Coordinadora Indígena este fin de semana, las bases de la Comarca Ngäbe Buklé reiteraron su rechazo a lo pactado en la mesa de negociaciones.
Quienes se han dejado llevar por la campaña mediática de algunos medios, el Gobierno, partidos tradicionales, la jerarquía de la iglesia católica y ONG's, no acaban de comprender lo que sucede en la Comarca. Otros se dejan llevar por encuestas que no toman en cuenta al pueblo afectado a cientos de kilómetros del recinto parlamentario y de sus oficinas refrigeradas. Otros, como siempre, están enfocados más en el protagonismo, en lo que puede estar de "moda" y en lograr fotografías con figuras proyectadas por conveniencia por algunos medios, perdiendo de vista el fondo del problema y dejando atrás sus propias posiciones respecto a la intromisión del Gobierno en los asuntos internos del pueblo Ngäbe, en el irrespeto a sus costumbres y tradiciones.
La lucha contra las hidroeléctricas va más allá de las exigencias Gnäbes Buklés. Lo que está en entredicho es un modelo depredador del ambiente sustentado en la avaricia.
Lo que vivimos ha sido producto del secretismo de un diálogo, de negociaciones inconsultas y de pactos trasbastidores, en una mesa que desde un inicio marginó a los sectores que derramaron su sangre en la lucha. Fueron los mismos que en el tema minero el año pasado, en asocio con los partidos tradicionales, excluyeron a los campesinos e indígenas en lucha contra el proyecto de Cerro Petaquilla. En contubernio con el Gobierno impusieron a representantes escogidos de a dedo, dentro de un diálogo que se fue dilatando por el interés del oficialismo de agotar al pueblo e imponer sus condiciones.
Quienes acusan al movimiento de las bases de estar infiltrado y azuzado están en la práctica insultando al pueblo Ngäbe Buklé, que desde la época de Urracá y Victoriano Lorenzo ha dado pruebas de valor y sacrificio. Quienes así afirman, incluyendo a seudo dirigentes indígenas vinculados a los partidos tradicionales, faltan el respeto a su pueblo y a compañeros que en su momento creyeron en ellos mismos, pues se trata de un sector verdaderamente amplio y diverso que incluye hasta a la Cacica suplente electa con el Decreto Ejecutivo 537.
Las bases insisten que los acuerdos dejan las puertas abiertas para que se pierdan sus valiosos recursos hídricos al dejar esta decisión en manos de autoridades títeres al Gobierno y las transnacionales, mismas que se han vendido en el pasado y que fueron impuestas en base al Decreto Ejecutivo 537 en elecciones donde menos del 15% de la población participó y decreto que pretende el Gobierno imponer a los otros pueblos originarios. Además deja en la indefinición el polémico proyecto de Barro Blanco. Todos saben el interés de los dueños de los partidos tradiciones y del Gobierno en estos proyectos, muchos adquiridos gracias a concesiones gratuitas en el pasado Gobierno del PRD.
Se trata de un un acuerdo sustentado en migajas, en las viejas promesas de siempre, en el cambio de espejitos por oro.
El pueblo Ngäbe ya se cansó de todo esto y con razón intuye que lo que sigue en juego es su existencia misma como pueblo, mientras se mantiene el favoritismo de políticas que por siglos lo han condenado al olvido y a la pobreza extrema.
Esta por verse el desenlace de la crisis. El pueblo se irá recomponiendo y seguirá la lucha.
Por lo pronto, Martinelli, quien estuvo desaparecido durante el tiempo que demoró el diálogo, ahora amenaza y prepara otro baño de sangre, esta vez con la bendición de algunos de los negociadores vinculados al PRD y al oficialismo, algunos medios de comunicación, los partidos tradicionales, la empresa privada y la jerarquía eclesiástica.
El siguiente es un reportaje de Telemetro Reporta con declaraciones delCompañero Celio Guerra, Presidente del Congreso General Tradicional del Pueblo Ngäbe Buklé:
"Hay una fuerte oposición por parte del pueblo por estos proyectos hidroeléctricos dentro de la Comarca, sentimos que la Coordinadora y la Cacica se desviaron del objetivo inicial que era que el pueblo contara con una legislación especial que prohibiera los proyectos hidroeléctricos y la minería" estas fueron las palabras del presidente del Congreso Nacional Tradicional de la Comarca Ngabe Buglé, Celio Guerra, quien enfatizó el rechazo del pueblo ante lo aprobado entre Gobierno y la Coordinadora la semana pasada.
Guerra indicó que lo que se quería era agregar el Artículo 5 al Anteproyecto de Ley 415 y que la Comarca tuviera una Ley Especial para que prohibiera por completo los proyectos hidroeléctricos y mineros dentro y en áreas anexas a la Comarca. Sin embargo lo que se aprobó es que los proyectos hidroeléctricos serán sometidos a un debate por el congreso de la Comarca, para su aprobación.
Guerra manifestó que "lamentablemente" el caso Barro Blanco no ha sido resuelto, e indicó que al aprobarse y entrar en vigencia esta nueva legislación, aprobada la semana pasada, se abre la puerta para futuros proyectos hidroeléctricos y provocaría la expropiación privada de distintas empresas transnacionales y nacionales de los recursos hídricos haciendo que el pueblo "sufra afectaciones".
De La Estrella de Panamá:
Los indígenas Ngöbe Buglé, que forman parte del Congreso Tradicional que dirige el cacique Celio Guerra y la cacica suplente Mijita Andrade , manifestaron este lunes durante conferencia de prensa, en la ciudad de Panamá, que se oponen al acuerdo alcanzado la semana pasada por el Gobierno, la Coordinadora y la cacica Silvia Carrera.
No obstante, eso no quiere decir que haya una división del movimiento indígena, sino de dar a conocer la posición de quienes rechazan los proyectos mineros e hidroeléctricos en la comarca y áreas anexas.
Agregaron que en ese sentido, que la coordinaroda desvió su postura, y que el proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, debe ser suspendidos.
Guerra alegó que la propuesta que se consensuó entre el Gobierno y los líderes indígenas, es un canal para el desarrollo de futuros proyectos hidroeléctricos, que podrían resultar en la expropiación privada del recurso hídrico, forestal y del suelo donde está la ubicada la comarca.
Tras varios días de reuniones en la Asamblea Nacional y luego en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la Ciudad del saber; los indígenas y el Gobierno lograron ponerse de acuerdo el pasado viernes 16 de marzo, sobre el artículo 5 del proyecto de Ley 415, que contempla un régimen especial para la protección de los recursos hídricos, ambientales y minerales de la comarca.
El acuerdo alcanzado manifiesta que el artículo 5, contempla la cancelación de concesiones de explotación minera otorgadas a personas jurídicas o naturales.
De igual manera que, las solicitudes futuras sobre proyectos hidroeléctricos en las zonas comarcales y anexas deberán contar con el aval de las autoridades del pleno del Congreso General la comarca Ngöbe-Buglé; punto al que se opone el Congreso Tradicional.
De La Prensa:
El presidente del Congreso General Tradicional de la comarca Ngäbe Buglé, Celio Guerra, mostró su rechazo este lunes, 19 de marzo, el acuerdo firmado en la mesa de diálogo entre indígenas y el Gobierno el pasado jueves, 15 de marzo.
“Hay una fuerte oposición del pueblo ngäbe buglé a los proyectos hidroeléctricos, sentimos que la Coordinadora como la cacica [Silvia Carrera] se han desviado del objetivo inicial que era que el pueblo contara con una legislación especial que prohibiera la minería y las hidroeléctricas”, dijo Guerra en una conferencia de prensa que ofreció, acompañado de un grupo de indígenas en la Asamblea Nacional.
El dirigente indígena también se refirió al proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, por el cual aún está abierta una mesa técnica de diálogo. Cuestionó que el proyecto no ha sido resuelto y al aprobarse y entrar en vigencia el proyecto de ley 415, que debe ser aprobado en primer debate mañana, martes, se abre la puerta al desarrollo de proyectos hidroeléctricos, lo que -según él- provocaría la apropiación por parte de empresas nacionales y trasnacionales de los recursos hídricos y forestales de la comara y, por ende, afectaciones a las comunidades donde ellos viven.
DIÁLOGO
Mientras las voces indígenas en contra del acuerdo firmando por la Coordinadora y la cacica comienzan a alzarse, este lunes 19 de marzo, la cacica general Silvia Carrera y los miembros de la Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y Derechos del Pueblo Ngäbe Buglé y Campesino preparan su retorno a la mesa del diálogo que analiza el estudio de impacto ambiental del proyecto de Barro Blanco.
Durante el fin de semana Carrera se reunió con 18 bases indígenas en el interior del país, a las que pidió que se retiren de las calles.
No obstante, la cacica señaló que cuando rindió el informe sobre los acuerdos alcanzados en la mesa del diálogo, los grupos reiteraron que rechazan los proyectos hidroeléctricos porque hay escasez de agua. "Como autoridad tengo que escuchar todas las corrientes, nosotros no estamos divididos, el Gobierno nos quiere dividir", remarcó.
En tanto, el ministro de Gobierno, Jorge Ricardo Fábrega, expresó hoy en momentos en que llegaba a la Asamblea Nacional, que el acuerdo es importante y lo que se hizo “se hizo de buena fe”.
Fábrega reiteró que ya no hay excusas para cerrar las calles.