marcha. En las protestas de ayer participaron delegaciones de Mironó, Muná, Besikó, Nole Duima, y personas del oriente de la provincia de Chiriquí. ESPECIAL PARA LA PRENSA/Flor Bocharel
Fuertes enfrentamientos entre la indígenas ngäbes que rechazan el proyecto minero y la Policía Nacional, en Chiriquí. 11 heridos y 19 detenidos fue el saldo.
REDACCIÓN DE LA PRENSA
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Unos 2 mil 500 indígenas y algunos integrantes de movimientos ambientalistas marcharon ayer hacia la vía Interamericana, en el cruce de San Félix y en el puente sobre el río Viguí, para protestar en contra de los proyectos mineros y las reformas al Código de Recursos Minerales.
Los indígenas habían salido temprano de sus casas para participar en las jornadas de protesta. Unos bajaron de las montañas a pie, en vehículos todoterreno y otros a lomo de caballo, para concentrarse en la plaza de juegos de San Félix y en el puente del Viguí.
A eso de las 2:30 p.m., los indígenas que caminaban hacia la vía Interamericana fueron reprimidos por miembros de la Unidad de Control de Multitudes de la Policía Nacional. Les lanzaron gas pimienta, gas lacrimógeno y balas de goma.
La manifestación, que empezó con una marcha de un recorrido de más de un kilómetro de distancia, terminó con la detención de 19 personas, 11 personas atendidas en el hospital de San Félix.
El enfrentamiento duró una hora. La Policía Nacional tenía la orden de reabrir el paso a los vehículos en la vía Interamericana. Sin embargo, los manifestantes, que sonaban caracoles y tenían el rostro pintado, cargaban pancartas en las que le decían un “No rotundo a la aprobación del Código Minero”, que se encuentra en segundo debate en la Asamblea Nacional.
AFECTADOS POR GASES
“Solo por manifestarme en contra de la explotación minera, me han tirado estas balas en la pierna; estamos de forma pacífica (...) no le hacíamos daño a nadie y me tiraron de frente”, denunció Juliana Santiago, visiblemente afectada por los golpes causados por tres balas de goma en la pierna.
Mientras, en el puente sobre el río Viguí, donde se registraron manifestaciones de forma simultánea al cruce de San Félix, no hubo detenidos. Pero Aquilino Arena, un residente de Tabasará, resultó con heridas en la cara cuando una lata de gas lacrimógeno le impactó.
En el hospital de San Félix, los médicos atendieron a una n+iña de 9 años y a un menor de 17 años afectados por los gases lacrimógenos; tres personas fueron atendidas por golpes de balas de goma, y otras seis por efectos del gas pimienta.
El jefe de la zona policial de Chiriquí, David Ramos Villa, informó que los 19 detenidos, entre ellos una mujer, fueron llevados a las sedes policiales de San Félix y San Lorenzo, luego liberados pues los dirigentes indígenas acordaron retirarse de la vía.
“Ellos trataron de cerrar una vía internacional, cosa que no podíamos permitir, [por eso] utilizamos balas de goma y gases para abrirla”, dijo Ramos Villa.
SEGUIRÁN las PROTESTAS
Rogelio Montezuma, vocero de los indígenas, dijo que las manifestaciones continuarán en toda la comarca Ngäbe Buglé. Explicó que en las protestas de ayer participaron delegaciones de Mironó, Muná, Besikó, Nole Duima y personas del oriente de la provincia de Chiriquí.
CHOQUE EN LA ASAMBLEA
La tensión se apoderó de la Asamblea Nacional en horas de la tarde. Desde las 4:10 p.m., dirigentes del partido en formación Alternativa Popular, universitarios, ambientalistas e indígenas protestaron frente al Palacio Justo Arosemena.
Cuando intentaron entrar al pleno, para presenciar la discusión del proyecto, la seguridad cerró las puertas con candado. No fue sino hasta dos horas después que pudieron entrar. Una vez ingresaron, se registró un incidente debido a los gritos de consignas: “esos son los que venden la nación”.
El presidente de la Asamblea, José Muñoz, les advirtió que los expulsaría si no se calmaban. Tras la mediación entre Muñoz y los dirigentes, la tensión bajó.
(Con información de Flor Bocharel, Teófilo González e Isidro Rodríguez)
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