¿Estaría la familia detrás de Barro Blanco envuelta en una enorme estafa en Honduras?
por Eric Jackson
Shukri Luis Kafie Larach se halla en la cárcel en Tegucigalpa. Él aún no ha sido juzgado y DIMESA, parte de la red de empresas de la familia Kafie, ha emitido un comunicado negando enérgicamente las acusaciones. Fiscales hondureños dicen que el Sr. Kafie y DIMESA amañaron un contrato por valor de unos $ 119 millones con el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) para vender medicinas, equipos y servicios para el sistema de salud pública de Honduras a precios groseramente inflados, con sobornos a funcionarios públicos. Las pérdidas totales al gobierno de Honduras en ese acuerdo, dicen los fiscales, es de aproximadamente $ 60 millones.
Un ex ministro de Salud, un ex alto ejecutivo de IHSS y toda la junta directiva del IHSS se encuentran entre las decenas de funcionarios públicos actuales o anteriores implicados. Medios hondureños, citando fuentes no identificadas debido a que el gobierno de Estados Unidos mantiene dicha información confidencial, informan que el señor Kafie es uno de al menos 35 personas que han sido despojados de sus visas a Estados Unidos debido a su participación en el caso. Existen otras empresas, otras familias y otras estafas involucradas. Se dice que el escándalo de IHSS, con todos sus componentes, representan un robo de alrededor de $ 200 millones. El régimen hondureño, que llegó al poder en un golpe de Estado en 2009 y se ha mantenido a través de violencia de los escuadrones de la muerte contra las figuras políticas y periodistas de la oposición y de una serie de elecciones amañadas, está siendo severamente sacudida por este escándalo.
Pero, ¿será
este el mismo Sr. Kafie que se sienta en la junta directiva de GENISA? El
sistema panameño está diseñado para evitar saberlo a ciencia cierta.
Medios hondureños describen al encarcelado Shukri Kafie como, entre otras cosas, un magnate de la energía. El sitio web personal del presidente de GENISA Luis Kafie describe GENISA como parte de un grupo de empresas familiares.
Pero el sistema panameño está diseñado para evitar saberlo a ciencia cierta. Tenemos el velo corporativo aquí. No existe ningún registro público de exactamente quién es dueño de cuál participación en cualquier empresa panameña.
¿Habrá el
banco holandés FMO y el banco alemán DEG, ambos basados en gran parte en dinero
de los contribuyentes en sus respectivos países, invertido en artistas
fraudulentos? Ya sabemos que lo hicieron, a partir de las declaraciones falsas
en los documentos presentados por GENISA para obtener permisos para el proyecto
de la represa de Barro Blanco. Ellos declararon falsamente que ninguna parte de
la Comarca Ngäbe-Buglé se vería afectada, mientras que, de hecho, partes de
ellas se encuentran listas para ser inundadas. Ellos falsamente declararon que
no existían lugares de interés cultural que se verían afectados, mientras que
en realidad tienen toda la intención de destruir antiguos petroglifos que
muchos Ngäbes consideran santos y que están protegidos por convenciones de las
Naciones Unidas a la que Panamá es parte signataria.
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Pero será el director de GENISA el mismo individuo que está en la cárcel en Honduras? El sistema panameño está diseñado para evitar saberlo con certeza.
El 16 de junio la Unión Europea publicó una lista negra de países que dice diseñar sus sistemas para promover el fraude fiscal. Panamá se halla en ella.
No es sólo una cuestión de Panamá haciendo dinero a costa de los extranjeros evadiendo los recaudadores de impuestos extranjeros. Es una cuestión de los panameños que se les niega información sobre los concesionarios a los que los políticos panameños corruptos venden partes de Panamá.
Mientras se escribían estas palabras, el presidente Varela estaba tratando de manejar una crisis del proyecto Barro Blanco de GENISA, tratando de evitar una explosión de protestas en la comarca y al mismo tiempo evitar un litigio con los bancos extranjeros. Parece poco probable que él será capaz de mantenerse montado sobre esa cerca. La naturaleza de la red de negocios de la familia Kafie parece ser un factor determinante en cualquier decisión acerca de qué lado el gobierno panameño debe tomar
Pero el sistema panameño está diseñado para evitar saberlo a ciencia cierta.
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| Photo-Robin Lewellyn |
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