Paradigma de las hidroeléctricas: Oscar Sogandares Guerra
Oscar Sogandares Guerra |
Lo que ocurre en la cuenca 102 (río Chiriquí Viejo) y demás cuencas hidrográficas del país, es resultado de “cadenas” de represas en una sola cuenca, que ya rebasaron su capacidad de carga. Desde que se privatizaron las concesiones hidroeléctricas en los años 90 no ha existido control, ni planificación al respecto. Hemos permitido al poder económico saquear nuestros preciados recursos hídricos en detrimento de las poblaciones campesinas y originarias, quienes se han visto desplazadas por estos proyectos. Según la Comisión Mundial sobre Represas, las hidroeléctricas son causantes de más desplazamientos humanos en el mundo que las propias guerras.
Recuerdo hace 10 años cuando me bañé por última vez en el río Chiriquí Viejo, sus aguas eran claras, frescas y cristalinas. Hoy se ven turbias, verdosas y mal olientes. El nombre científico es aguas “eutróficas”, que al dejar de fluir y oxigenarse, se poblan de algas que consumen el poco oxígeno restante. Esto da lugar a muerte inevitable de peces, además de tornarse en peligrosa fuente de vectores y mosquitos. Sin mencionar el “efecto barrera” donde los peces migratorios no podrán remontar las represas hasta sus lugares de anidamiento aguas arriba, donde sirven de fuente de proteína para los pueblos originarios. Por lo visto las hidroeléctricas no son la solución tan anhelada para nuestro país. Actualmente la demanda ha superado la oferta y la capacidad de carga de nuestros ríos.
Pero aún estamos a tiempo para cambiar esto. Actualmente en el mundo se están dando grandes adelantos e innovaciones de la energía solar y eólica e inclusive olamotriz (oleaje). Cada vez más estas energías renovables bajan de costo y se tornan más eficientes. Han surgido compañías en Estados Unidos como Solar City que se encargan de proveer energía solar a sus clientes a precios más bajos que las distribuidoras, inclusive a precios tan competitivos como a dos centavos de dólar por kwh --en EU. Ya se ven los malls, edificios y centros comerciales en Estados Unidos y Europa autoabastecerse con energías alternas sin constituir una carga a las redes eléctricas en sus respectivas ciudades y países. El fenómeno de la energía solar ha empoderado a los consumidores a ser también generadores y hasta suplir la red de energía sobrante.
El gran obstáculo del almacenamiento de la energía en horas nocturnas se ha superado mediante las revolucionarias baterías de gran capacidad del billonario Elon Musk, fabricante de los famosos vehículos deportivos eléctricos Tesla, los cuales desarrollan 100 km por hora en menos de tres segundos y pionero de las naves espaciales Space X. Ahora simplemente ha trasplantado su tecnología de vanguardia al servicio de los hogares. Se habla de electrificar la comarca. ¿Para comenzar, no sería una solución más económica y viable incrementar la energía alterna mediante paneles solares a estas comunidades remotas y alejadas? ¿Como de hecho ya se está dando actualmente y en esta forma dar este paso cualitativo? En vez de pensar en más hidroeléctricas, como es el caso de Barro Blanco y otras que no tienen razón de ser y que han impactado en forma nefasta la forma tradicional de vida de los pueblos originarios de la comarca. Comencemos a romper este paradigma que nos mantiene esclavizados a los centros del poder económico y las generadoras del país.
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