La megaobra se ha convertido en el nudo gordiano de las negociaciones en el que hasta ahora ninguna de las partes quiere dar su brazo a torcer.
Por un lado, la dirigencia indígena ha mantenido su posición de ‘suspender en su totalidad el proyecto hidroeléctrico’, mientras los representantes de la empresa Genisa intentan por todos los medios defender la obra y explicar sus bondades, y en ese tira y jala el gobierno trata de navegar sobre ambas aguas enturbiadas por recurrentes cierres de calles en las diferentes bases indígenas.
En medio de las negociaciones y la tensión sobre el futuro de las mismas, el ministro de Gobierno, Jorge Ricardo Fábrega, reiteraba: ‘el proyecto de Barro Blanco va’.
Estas declaraciones enardecieron los ánimos de las bases indígenas, quienes han intensificado sus acciones de protesta.
GENISA Y LAS 6.8 HECTÁREAS INUNDABLES
Desde que arrancó el diálogo, la empresa Generadora del Istmo, S. A. (Genisa) ha insistido en que el proyecto cuenta con todos los permisos establecidos por la ley panameña, asegurando que se ubica fuera de la comarca Ngöbe Buglé y que solo 6.8 hectáreas ubicadas en las áreas anexas resultarían afectadas, en caso de registrarse una inundación.
Pero la dirigencia indígena alega que hay más de 6.8 hectáreas —que son habitables— las que se afectarían por las inundaciones debido a los cambios que impulsó la empresa en el estudio de impacto ambiental (EIA).
LAS INCONSISTENCIAS DE GENISA
Aunque Genisa ha defendido a capa y espada la legalidad de su proyecto hidroeléctrico, algo en lo que no cabe la menor duda es que la empresa ha tenido muy buena suerte con el gobierno.
Así lo dejó al descubierto La Estrella tras conocer la rápida aprobación que le dieron la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP) a los cambios que quiso hacer Genisa a su EIA.
Cinco meses después de que Genisa suscribiera con la ANAM el anhelado contrato de concesión permanente para el uso de las aguas del río Tabasará, la empresa expresó su interés por hacer cambios al EIA.
La compañía requirió incrementar el caudal de diseño del proyecto de 70 a 75 metros cúbicos por segundo, aumento de la caída bruta del proyecto de 36.6 a 43 metros de altura, manteniendo el nivel máximo de operación en 103 metros sobre el nivel del mar, modificar el nivel de descarga de las aguas turbinadas de 66.4 metros sobre el nivel del mar a 60 metros sobre el nivel del mar, incrementar la capacidad instalada del proyecto de 19.06 megawatts a 28.84 megawatts y la producción de energía promedio anual de 97.7 a 124.83 Gigawatts-hora por año.
Pero a la sorpresiva solicitud de Genisa a los cambios del EIA se le suman una serie de contradicciones que ellos mismos facilitaron a las autoridades gubernamentales y hasta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En palabras de directivos de la empresa e informaciones que reposan en las instituciones públicas, el proyecto inundará 234 hectáreas, de las cuales 6.8 son terrenos de las áreas anexas de la comarca. Sin embargo, en la ONU hay documentos en los que consta que la cantidad exacta a inundar es de 258 hectáreas.
Esto quiere decir que hay una diferencia de 24 hectáreas que hasta el momento la empresa obviaba. Las 258 hectáreas están registradas en los documentos que Genisa presentó ante el Comité Ejecutivo del Mecanismo de Desarrollo Limpio de la ONU para aplicar por los créditos de carbonos.
Pero con la culminación del diálogo en la primera mesa técnica hace tan solo dos días, el panorama para Genisa se torna complejo.
En los acuerdos alcanzados por la segunda mesa técnica, que es la que sigue discutiendo el proyecto Barro Blanco, se acordó que una comisión de verificación se trasladará al lugar del proyecto y en función de sus conclusiones, se procederá a realizar un peritaje independiente.
Así que aún nada está escrito en piedra y el futuro de Barro Blanco aún está por definirse.
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1 | jerónimo Tugri - 2012-03-18 - 7:23:12 PM - IP: 201.227.*.*
Genisa está queriendo jugar vivo, hay que verificar esos datos que entregó a la ONU con los que entregó en la Anam, se requiere un peritaje independiente, serio. Quiénes serán los dueños de esa empresa? De quién es el agua que moverá las turbinas, de quién es el territorio donde está ubicada? cuánto recibe el estado por parte de la empresa? los originarios tendrán luz?
1 | jerónimo Tugri - 2012-03-18 - 7:23:12 PM - IP: 201.227.*.*
Genisa está queriendo jugar vivo, hay que verificar esos datos que entregó a la ONU con los que entregó en la Anam, se requiere un peritaje independiente, serio. Quiénes serán los dueños de esa empresa? De quién es el agua que moverá las turbinas, de quién es el territorio donde está ubicada? cuánto recibe el estado por parte de la empresa? los originarios tendrán luz?
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