Interior
Defienden su río
LA OTRA CARA DE BARRO BLANCO
Alicia Valdés
Mi Diario
Lunes, Mayo 13, 2013
Mientras el Proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, a cargo de la Empresa Generadora del Istmo (GENISA, S.A), continúa avanzando, comunidades indígenas y campesinas del distrito de Tolé amanecen cada día abrazando el sueño de que su río no será represado.
Ya son varios los años que estos sectores se muestran en desacuerdo por la ejecución de esta millonaria obra; por ello han emprendido el largo camino de no permitir que se lleve a cabo en su territorio.
Para ello han desarrollado protestas que, como resultado, han dejado muertos y heridos.
ENGAÑO
Hace cinco años, Hermógenes Duarte vivía en la comunidad de Nancito, ubicada al otro lado del Tabasará; dependía de la venta de sus ganados y árboles maderables, cuando representantes de la empresa Genisa fueron a solicitarle que les vendiera parte de su tierra.
Hace cinco años, Hermógenes Duarte vivía en la comunidad de Nancito, ubicada al otro lado del Tabasará; dependía de la venta de sus ganados y árboles maderables, cuando representantes de la empresa Genisa fueron a solicitarle que les vendiera parte de su tierra.
Pese a que pedía 12 mil dólares por hectárea accedió venderles 12 hectáreas por, 30 mil dólares, motivado por la promesa que le hicieron de construirle una vivienda, la cual dotarían de agua potable.
Sin embargo, aduce que su vida cambió a partir de ese momento, puesto que tuvo que vender todo el ganado que tenía e irse a vivir a orillas de la carretera, cerca de donde se ejecuta el proyecto.
“Ellos prometieron ayudarme, hacer mi casa y que estuviese viviendo mejor. Sólo me consiguieron 50 tubos para el agua. Ahora ni agua tenemos. Primero llegaban a visitarme, ahora no”, confesó.
Sostuvo que con la compra del terreno donde ahora vive, la construcción de la casa y la pequeña tienda que tiene se gastó casi la mitad del dinero. “Esta tienda rinde solo para la comida”, comentó.
Su esposa, Natividad Leones, que tiene una discapacidad, mencionó que se arrepiente de haber salido de su tierra.
VOCES DE PROTESTA
Entre las riberas del río Tabasará y los lejanos montes, las voces de los moradores de las comunidades afectadas directa e indirectamente es una: “Rechazamos el proyecto de Barro Blanco”.
Entre las riberas del río Tabasará y los lejanos montes, las voces de los moradores de las comunidades afectadas directa e indirectamente es una: “Rechazamos el proyecto de Barro Blanco”.
Sentada en la orilla del río Tabasará se encontró a Juana Salinas, moradora de Nuevo Palomar, quien con determinación aseguró: “No queremos que nos desalojen, porque este río nos da para comer a los niños”.
Un poco más allá, en la comunidad de Kiâ, Sebastián Quintero mencionó que no se irá del lugar de sus antepasados.
En tanto, Luciano González, morador de Tabasará, se pregunta cómo hará para sobrevivir si el único sustento de su familia se lo brinda la tierra.
Mientras que Virginia González, quien también vive en este lugar, denunció que sus hijos ya no pueden bañarse en el río, pues el agua les causa picazón.
Hay quienes más indignados sostienen que reciben amenazas por parte de la empresa, cuando les dicen que no negociarán.
COMUNIDADES AFECTADAS
Según, Ítalo Jiménez, miembro del movimiento 10 de abril, alrededor de 10 mil personas serán afectadas por el desarrollo del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco.
Según, Ítalo Jiménez, miembro del movimiento 10 de abril, alrededor de 10 mil personas serán afectadas por el desarrollo del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco.
Entre algunas de las comunidades en riesgo están: Nuevo Palomar, Nancito, Kiâ, Quebrada de Caña, Tambor y Tabasará, entre otras.
AMBIENTALISTA
Oscar Salandar, miembro de la Asociación de Ambientalistas de Chiriquí y quien ha estado realizando investigaciones en la comarca Ngäbe Buglé, detalló que este proyecto hidroeléctrico es nocivo, debido a que les va a inundar su forma de existencia, valores culturales. además extinguirá la vida acuática.
Oscar Salandar, miembro de la Asociación de Ambientalistas de Chiriquí y quien ha estado realizando investigaciones en la comarca Ngäbe Buglé, detalló que este proyecto hidroeléctrico es nocivo, debido a que les va a inundar su forma de existencia, valores culturales. además extinguirá la vida acuática.
Según el alcalde Tolé, Humberto Marroni, en el contrato firmado por el municipio y Genisa la empresa se comprometió a que la mayoría de su personal sería de Tolé; sin embargo, han incumplido, expresó.
Agregó que sí han contratado a algunas personas, pero no lo suficiente, teniendo en cuenta que en el distrito hay mano de obra capacitada, concluyó.
MUDOS
Se intentó obtener la versión de la empresa; sin embargo, se informó que los encargados no iban a dar declaraciones.
Se intentó obtener la versión de la empresa; sin embargo, se informó que los encargados no iban a dar declaraciones.
Los responsables de la obra mantienen comunicación con los campesinos a través de la emisión de boletines. El último publicado corresponde a marzo- abril del 2013, que señala que el proyecto Barro Blanco ha alacanzado el 35% de avance.
Con el pasar de los días la indignación, lo mismo que la valentía de muchos se acentúa; ¿Qué pasará?
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